sábado, 13 de marzo de 2010

Alice in Wonderland (Tim Burton)


Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
- ¿Cómo sabes que yo estoy loca?
- Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí.


Mediodía en Adrogué, Alice in Wonderland en el shopping. Cuando llegué al cine noté que había un problema: la versión 3D es en castellano y la versión subtitulada no es 3D así que me resigné y compré entradas para las dos. No es fantismo insano, todos los adultos que estaban en el lugar hicieron lo mismo. Me alegré de no haber ido al Abasto o a alguno de esos mega cines porque las personas que estaban detrás mío ya compraban tickets para el sábado a la noche.

La guionista, Linda Woolverton, trabaja para Disney y fue autora de otras adaptaciones como La Bella y la Bestia y El rey León. Para el guión toma de Lewis Carroll: Alicia en el País de las Maravillas, Alicia a través del Espejo y el Jabberwocky, el mayor poema sin sentido escrito en lengua inglesa. No existen traducciones que estén al nivel del original porque los juegos que Carroll hace con el significante suponen la imposibilidad de ser llevados a otros idiomas. Por las descripciones parecería ser de tono épico y retratar a una especie de dragón.

Cuestión que Woolverton concatena esas historias con la de otra Alice, una adolescente a punto de transformarse en mujer que debe tomar la decisión de casarse o no con un hombre al que no ama. Alice tiene una pesadilla recurrente desde los seis años que acontece en un lugar al que ella llama el país de las maravillas y que, en realidad, es la infratierra que la espera al pie del árbol. Esa última historia es la que la nos traslada a la Londres victoriana a la que Carroll (o el reverendo Dogson) perteneció.

No aparecen todos los personajes de los libros sino una arbitraria seleccion Burtoniana: el Sombrerero, el gato de Chesire, la oruga, la Reina de Corazones, la Reina Blanca. Y, para contar a la Alice que todos esperamos, apela a un flashback oportuno donde la muestra de niña pintando las rosas blancas de rojo en el jardín del palacio. Los juegos de palabra no son los mismos que los del texto original y carecen de su profundidad semática pero conservan su espíritu.

Burton, en una entrevista que leí hace mucho tiempo, se reía de que los críticos lo catalogaban como decorador de interiores. Me parece que a esta altura ya probó su talento, de hecho hasta el MOMA exhibió sus obras. Lo bueno es que esta vez logra apoderarse de la historia de un estudio y la lleva al celuloide con su marca personalísima. Nadie cuenta relatos fantásticos como él y en eso hay que ser respetuoso.

Las actuaciones son muy buenas, sobre todo teniendo en cuenta que los escenarios y algunos de los personajes son digitalizados lo que demanda al actor trabajar sobre un fondo verde y hablándole a una pedazo de cartón. Johnny Depp, Mia Wasikowska, Helena Bonham-Carter y Anne Hathaway están impecables. El arte quedó a cargo de Robert Stromberg que también es responsable del diseño de Avatar. A decir verdad, no me sorprendió, después de The Lord of the Rings es muy difícil que un castillo me impacte. Pero en 3D todo es avasallante, omnipresente, hasta deliroide. La escena de la hora del té es magnífica, la profundidad de la mesa y su paleta de colores te deja mudo.

La grabaron en formato tradicional y después la convirtieron. No es 3D puro. Es la consolidación del cine high tech al que alude Baudrillard pero, a diferencia de él, no creo que la ilusión se retire sino que esa ilusión se corre a otro lugar tan simbólico como el que tenía aunque renovado. No hay excesos en Burton. Todo está dosificado: muy medido, muy logrado y, aunque a veces sientas que estás metido en un holograma, ésa es parte de la fantasía usada en beneficio del relato. No por eso pierde el estilo del viejo tale inglés que sobrevivió una centuria y media.

Peter Greenaway decía que el cine estaba atascado en la novela decimonónica y que, en ese sentido, el único que había hecho verdadero cine había sido Walt Disney. Greenaway es un provocador porque él se basa en lo pictórico para desplegar su obra y la pintura es un arte más antiguo que la novela decimonónica pero instalaba la polémica. ¿Habremos cruzado la frontera? No lo sé.

Habrá 2 discos para el mundo de Lewis Carroll contado por Burton. El primero es Almost Alice, el cual tiene 16 canciones compiladas.

1. Alice – Avril Lavigne
2. The Poison – The All-American Rejects
3. The Technicolor Phase – Owl City
4. Her Name Is Alice – Shinedown
5. Painting Flowers – All Time Low
6. Where’s My Angel – Metro Station
7. Strange – Tokio Hotel and Kerli
8. Follow Me Down – 3OH!3 y Neon Hitch
9. Very Good Advice – Robert Smith
10. In Transit – Mark Hoppus with Pete Wentz
11. Welcome to Mystery – Plain White T’s
12. Tea Party – Kerli
13. The Lobster Quadrille – Franz Ferdinand
14. Running Out of Time – Motion City Soundtrack
15. Fell Down a Hole – Wolfmother
16. White Rabbit – Grace Potter y the Nocturnals

El segundo álbum es el de la música incidental de la película, compuesta por el gran Danny Elfman (Batman, Beetle Juice, Spider-Man, Misión: Imposible, El Cadáver de la novia). Ambos álbumes debutaron al mercado el 2 de Marzo del 2010.

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