domingo, 23 de mayo de 2010

The Hurt Locker (Bigelow)

Fue James Cameron quien convenció a su ex-mujer para dirigir The Hurt Locker. De Bigelow había visto Punto Límite, a la que considero la versión femenina de las películas pornográficas. Llena de muchachos hermosos tostados por el sol buscando la ola más grande para surfear. Y Días extraños, una película inquietante pero fallida.

El film tiene una cita inicial: La prisa de la batalla es una potente y letal adicción, pues la guerra es una droga, de Chris Hedges, un periodista y corresponsal que ha escrito un par de libros. La directora enfatiza en el recorte de las últimas palabras: La guerra es una droga.

Fue filmada en Jordania. Es cine independiente (al respecto Bigelow dice que si hubiera pertenecido a uno de los estudios de Hollywood se hubiera tenido que filmar en Nuevo México o Arizona). La acción transcurre en la guerra de Irak. Allí, en el día 38 antes de la retirada de la Compañía Bravo, ocurre un accidente y el especialista en desactivar explosivos muere. Es remplazado por William James. Toda la acción transcurre sobre la cinta temporal de la cuenta regresiva para el regreso a USA.

Acá la película hace un alto para presentar a los tres personajes principales que parecen delinear estereotipos pero que en el transcurso de la trama se confunden: el temerario salvaje, el soldado eficiente y el que le teme al dolor y a la muerte.

Cada día de trabajo de la compañía Bravo es un punto más alto en el consumo de adrenalina para los soldados y para el espectador.

No son premonitorios a lo Trakl: Hacia la noche, los bosques otoñales resuenan /con armas mortales / Sobre las doradas llanuras, los azules lagos / el más obscuro sol, gira. / La noche envuelve guerreros moribundos y / al salvaje lamento de sus fragmentadas bocas.
Son simplemente profesionales en desactivar bombas pero en ellos se juegan también: el deseo de la paternidad, la interacción constante con la muerte, el desvelo y el fragor de la violencia física y de la más peligrosa: la subyacente.

Alrededor del personaje central, interpretado por Jeremy Renner se teje un horror tan persistente como carente de valoración. No es una película moral y, a mi juicio tampoco una película bélica. Es una película sobre la naturaleza del hombre y sus instintos más primarios.

William James es un personaje salvaje pero humano, capaz de involucrarse en la muerte de un niño. "¿Cómo lo reconoces? Todos son iguales", le dirá otro soldado. Pero también capaz de poner en riesgo su propia existencia y la de toda su compañía con tal de ejecutar una hazaña que se cree capaz de llevar a cabo.

James colecciona bajo su cama "cosas que pueden matarte" y entre esas cosas están: desde restos de un dispositivo que desactivó frente al edificio de la UN hasta su alianza de matrimonio.

No hay otro ejército antagonista como en la mayoría de las películas bélicas. El enemigo es el que arma los dispositivos que pueden estar dentro de un auto, bajo el pavimento o en el cuerpo de un hombre. Omnipresente y tácito.

Sobre el final de la película, a la que no calificaría de violenta pero sí de descarnada, la compañía Bravo culmina su misión y vemos a James en su entorno familiar hablándole a su hijo sobre las cosas que te gustan en la infancia y las que te gustan en la adultez. "Con respecto a mí, dirá, solamente una". En la toma final, desembarca la Compañía Delta en Irak, con James sonriente en medio de la tropa, para la que empieza otra cuenta regresiva: 365 días.

¿Por qué ganó el Oscar? Por cuestiones que hacen a la mecánica interna de Hollywood, era tiempo de que se premiara a una mujer. Porque respeta la idea de guión americano que cree en la seguidilla de conflictos como estrategia narrativa. Porque es una buena película y lo merecía.

2 comentarios:

  1. me detengo en este post, pero solo porque es el mas reciente en esta versión de tu blog. Pero mi comentario es global... me resulta de los mas iteresante no solo tu espacio de actualización cinefila si no tu encare literario sobre cada caso.
    Te felicito por eso, no se si te sirve pero ver tanto trabajo y de tanta profundidad no hace mas que contagiarme y tentarme a visitar este lugar para ver que ves.
    Hasta pronto.

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  2. Hola, te escuché hoy en la radio Universidad, yo soy platense y soy diseñadora de la UNLP. Me pareció muy buena tu crítica literaria y la forma de acercar un poco de cultura a la gente. Si queres podes chusmear mi blog en el cual se funden textos con fotografías de mi autoría...
    Saludos y éxitos!
    Luz

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